El Kumba Mela de 1986



Tomado de "Espejo del viento" Antonio Velasco Piña
12 de junio de 1986


Un Kumba Mela es el principal esfuerzo que realiza la Tierra para pasar del número 4 al 5. Para poder comprender esta afirmación necesitamos tener muy clara la idea de qué es el número 4 en relación con la Tierra. El 4 expresa la esencia de nuestro planeta, ya que todo lo que se manifiesta en la Tierra es resultado de cuatro energías que se combinan constantemente en forma simultánea y de esa combinación surge todo cuanto existe. 

Tradicionalmente se ha llamado a estas energías con los nombres de tierra, agua, aire y fuego. Cada una simboliza una de las energías que se concretizan en este nivel de la realidad en el cual se manifiesta nuestro planeta. 

Dijimos que todo cuanto existe es resultado de la combinación de esas cuatro energías. Pero, como todo lo creado tiende a evolucionar, también nuestro planeta intenta subir de nivel. ¿Cómo se logra esto? 

Al igual que los otros seres, la Tierra está conectada con cuanto existe en el Universo. De ese modo puede captar energías de una sutileza superior a las que ella misma posee. Y es la transformación de esas energías sutiles la que le permite acceder a un nivel superior. 

Algo similar nos sucede a los seres humanos. También estamos conectados con el Universo y captamos una gran diversidad de energías de todo tipo. De la transformación consciente de dichas energías, de la asimilación de las energías más sutiles dependerá, en última instancia, el que nosotros podamos ascender de nivel. Es decir, el uso que demos a cuanto ingerimos (aire, alimentos, pensamientos, emociones) determinará nuestra posición en la escala de los seres.

¿Qué significa acceder a un nivel superior, tanto para el ser planetario como para el ser humano? Pues simple y sencillamente adquirir un estado de conciencia superior al que poseemos. 

Recordemos que la Tierra no es un ente inanimado sino un ser vivo que tiene sus propias etapas de desarrollo, ciclos, procesos de acumulación y transformación de energías. Si observamos el movimiento terrestre veremos que se manifiesta principalmente en un ciclo de cuatro etapas: las estaciones, marcadas por otras tantas fechas fundamentales, los equinoccios y solsticios. En cada uno de estos momentos la Tierra tiene la posibilidad de asimilar cierto tipo de energía cósmica y transformarla para realizar el paso del número 4 al 5. 

Ahora bien, si observamos la conformación geográfica del planeta vemos que en éste hay grandes desiertos y cordilleras. Esto es importantísimo ya que la energía cósmica se transforma de manera completamente diferente en un árido desierto que en las montañas de las grandes cordilleras. 

Los mayores macizos montañosos del planeta son los Andes y los Himalayas. Cada una de estas cordilleras percibe constantemente un tipo de energía particularmente sutil. Sin embargo, en algunos momentos especiales esa energía sufre una transformación tal que permite la ampliación de conciencia de la Tierra. 

Algo similar ocurre en los desiertos, aunque la energía que se percibe es completamente diferente. Los Kumba Mela son precisamente las ceremonias sagradas que se realizan en las grandes cordilleras y en los grandes desiertos en determinadas fechas, por gentes desde luego muy especiales, con el fin de lograr el aprovechamiento en beneficio del planeta de las energías cósmicas más sutiles.

Una de esas fechas es el 21 de marzo, que corresponde en el hemisferio boreal al equinoccio de primavera. Ese día se realiza periódicamente el Kumba Mela en el monte Kailas, en el Tíbet. El 21 de junio corresponde al solsticio de verano y el Kumba Mela se realiza en Machu Picchu en el Perú, en la Cordillera de los Andes. 

El 21 de septiembre corresponde al equinoccio de otoño y el Kumba Mela se realiza en el desierto del Sahara, en Menfis. Finalmente, el 21 de diciembre corresponde al solsticio de invierno y el Kumba Mela se realiza en el desierto del Gobi, en un lugar llamado Saya Chang. 

Ya que vivimos en el continente americano y de alguna manera nuestras montañas pertenecen a la Cordillera de los Andes, poseemos una forma de ser especial y una capacidad determinada para modificar las energías de esta zona del planeta. Así que en esta ocasión nos ocuparemos especialmente de los Kumba Mela que se realizan en la Cordillera de los Andes. 

Atendiendo a los grandes ciclos planetarios correspondientes a los cambios de eras, durante 2 mil años se realiza la ceremonia del Kumba Mela en el monte Kailas, durante el equinoccio de primavera, y otros 2 mil años en Machu Picchu, en la Cordillera de los Andes. 

La ceremonia del Kumba Mela no es anual sino que se realiza cada 12 años. Pero, insisto, 2 mil años en una cordillera y 2 mil años en otra. En la Era de Piscis que acaba de terminar, se realizó cada 12 años en el monte Kailas. Y durante toda la Era de Acuario, que se inició el 21 de marzo de 1948, la misma ceremonia se realizará cada 12 años en Machu Picchu. 

Ahora, para explicar más fácilmente en qué consiste un Kumba Mela, describiremos los últimos tres realizados. Nos encontramos el 21 de marzo de 1950 en el Tíbet. Aunque hace dos años terminó la Era de Piscis, por última vez la ceremonia va a celebrarse en el monte Kailas. El motivo es que de los 12 últimos años, lo habían correspondido a la Era de Piscis y sólo dos a la Era de Acuario. 


¿Qué sucede en ese momento en el Tíbet? 

Aunque nos parezca extraño, el país de las nieves eternas había logrado conservar un aislamiento casi total respecto al resto del mundo. Era un Estado teocrático en donde se mantenían las tradiciones en su forma prístina, con un rechazo a todo lo extranjero. 

Si bien durante la primera mitad del siglo XX la independencia del Tíbet había estado amenazada por los poderosos estados vecinos como China, Rusia y Japón, así como la lejana Inglaterra, gracias a una hábil política el Tíbet había logrado mantener su independencia. No obstante, al terminar la Segunda Guerra Mundial, China comienza a prepararse para invadir la tierra de los lamas. 

Se acerca la fecha del Kumba Mela y hay tropas chinas acantonadas en la frontera tibetana. El primer ministro tibetano, un hombre excepcional desde un punto de vista tanto político como espiritual, el lama Tagdra Rimpoche, ha logrado mantener la independencia del Tíbet durante los últimos años; sabe que el Tíbet está por perecer. Previendo los conflictos que han de venir, se ha acelerado la ceremonia de toma de posesión del Dalai Lama, quien ha tomado las riendas del poder antes de la edad prevista. Si bien es el Dalai Lama a quien corresponde dirigir la última ceremonia del Kumba Mela, él, en un gesto de respeto y de agradecimiento al primer ministro, concede a Tagdra Rimpoche la autorización para dirigir la ceremonia. 

Esta ceremonia será particularmente dramática, porque los lamas tibetanos celebran no sólo el fin de una era, sino el de su propio país. Hay un ambiente de tristeza y pesadumbre pero al mismo tiempo de serena sabiduría, pues comprenden que eso obedece a los ciclos del planeta y no hay forma de remediarlo. La ceremonia consta de tres etapas. 

En el Valle del Kailas hay cientos de miles de personas que han acudido en peregrinación; unos proceden del Tíbet y otros de la India. A pesar de la tristeza hay un entusiasmo popular extraordinario. A la mitad de la montaña se encuentran personas con un considerable nivel de conciencia, la mayoría pertenecen a las diversas religiones de la India, China, Tíbet y Mongolia. Por último, en la cúspide de la montaña vemos al lama Tagdra Rimpoche con unos cuantos Altos Iniciados, cuyo número no llega a la docena. Ellos son quienes propiamente realizan la ceremonia del último Kumba Mela de la Era de Piscis, el 21 de marzo de 1950. 

La presencia de Regina en dicha ceremonia fue vista por todos los iniciados como un símbolo de enlace entre las dos cordilleras más importantes del planeta. 


Ahora trasladémonos mentalmente a Machu Picchu, el 21 de marzo de 1962. 

¿Qué situación vive el continente americano en esa fecha? Los últimos 2 mil años correspondieron a una creciente decadencia espiritual debido a que durante todo este tiempo dormía la Cordillera de los Andes. Esa decadencia propició el avance del materialismo, una característica de quien está dormido espiritualmente. En 1962, los países americanos poseían una gran fe en el progreso económico y material, así como una gran ignorancia en cuanto a cuestiones espirituales como el Kumba Mela, al grado de que, salvo algún erudito en cuestiones hindúes, nadie habría podido contestar qué era un Kumba Mela ni en dónde se iba a celebrar. 

A la ceremonia del 21 de junio de 1962 en Machu Picchu asistieron apenas una veintena de personas, presididas por el maestro José Manuel Estrada y sin asistencia popular alguna. El maestro Estrada, sin lugar a dudas una persona extraordinaria, se impuso entre otras tareas la de "reabrir el Zodiaco en los Andes". ¿Qué significa esta expresión? Significa ayudar a que la gente cobrara conciencia de lo que es el Zodiaco, y con ello, de la concepción cíclica de la historia. 

Durante varios años el grupo del maestro Estrada realizó, en una forma que me atrevería a llamar heroica, diversas acciones encaminadas a "reabrir el Zodiaco en los Andes". Así que cuando llega el 21 de junio de 1974, 12 anos después del primer Kumba Mela en Machu Picchu, acuden cerca de cien personas. Al igual que los anteriores, el Kumba Mela de 1974 es una ceremonia donde no se exige a los participantes que sean Altos Iniciados o que pertenezcan a determinada corriente espiritual, pero tampoco se promueve públicamente. 

Pasan otros 12 años; estamos ahora en 1986, y el tercer Kumba Mela de la Era de Acuario se celebrará nuevamente en Machu Picchu, con características semejantes a las del anterior. El maestro Estrada ha muerto y la ceremonia será presidida por el maestro Domingo Días Porta. Calculamos que asistirán más de mil personas. Aquellos que deseen ir al Kumba Mela deben saber, primero que nada, a qué van. Deben estar muy conscientes de lo que harán y por qué lo harán. 

Esta sería la primera recomendación: tener una clara conciencia de lo que se haga. En segundo lugar, es de fundamental importancia recordar que el asistir a un ritual sagrado nos proporciona una fuerza muy especial para el futuro. El secreto de esa fuerza se esconde en uno de los grandes consejos que han dado siempre los maestros: cuando tengas un problema, relájate y viaja mentalmente al lugar donde participaste por última vez en un ritual sagrado, e intenta resolver tu problema desde ahí.

La tercera recomendación es que asistan también al Inti Raymi. Antes que me pregunten qué cosa es, debo decirles, que cuando una ceremonia sagrada es muy importante se continúa celebrando aun cuando desde un punto de vista de estricto ritual ya no tenga sentido. Ahora entenderán por qué el ritual del Kumba Mela nunca se dejó de practicar en los Andes, a pesar de que el ritual se efectuaba realmente en el Tíbet. 

Todas las grandes culturas de América del Sur continuaron practicando este ritual. Y para no olvidarlo, lo hacían cada año con el nombre de Inti Raymi, que significa "amarre del Sol". Los incas lo practicaban en un lugar llamado Sacsahuaman, situado en las afueras de Cuzco. La conquista hizo que se cristianizara la ceremonia y que se celebrara durante la fiesta de san Juan, el 24 de junio. Es muy interesante ver este ritual porque respeta toda una serie de tradiciones incaicas y coloniales expresadas en vestuarios, bailes, etcétera. 

Esas son pues algunas recomendaciones para aquellos que quieran participar en el Kumba Mela. 

Ahora, si tienen algunas preguntas que hacer, con muchísimo gusto trataré de contestarlas. 

¿Qué energías son las que capta la Tierra cuando se encuentra en el número 4, y cuáles son las que capta al pasar al 5? 

Las energías que capta la Tierra en el número 4 son las que le permiten subsistir a nivel material. Son algo así como el aire y el alimento para los seres humanos, ya que la Tierra moriría si dejara de asimilarlas. La energía que capta en el número cinco es lo que en la tradición hindú se llama prana, una energía cósmica muy sutil. En el yoga se habla de ciertos ejercicios de control del aliento, conocidos como pranayama, que permiten captar dicha energía sutil contenida en el aire. Lo mismo hace la Tierra, sólo que a nivel planetario; esos ejercicios son conocidos como Kumba Mela. 

¿Existió en el México prehispánico un ritual equivalente al Kumba Mela? 

En México nunca ha dejado de practicarse una ceremonia que refuerza a la que se realiza en Perú. Pero el lugar exacto donde hay que practicar el Kumba Mela es Machu Picchu. 

Yo tengo una pregunta: ¿Qué tipo de preparación se requiere para asistir a un Kumba Mela? 

La mejor preparación es ir con una actitud de modestia, pero sin ignorar que por pequeña que sea nuestra ayuda, somos útiles para los fines del ritual. 

¿A este Kumba Mela asisten solamente personas de América Latina? 

De los 700 participantes del Kumba Mela de 1974 sólo había unos cuantos europeos. Todos los demás eran de este continente y procedían de puntos tan lejanos como Alaska y Argentina. El grupo más numeroso fue el de mexicanos, ya que de 700 personas fácilmente 200 éramos mexicanos. Supongo que nuevamente el grupo mayoritario va a ser el mexicano. 

¿No va a asistir gente del Tíbet a este Kumba Mela? 

No vinieron al anterior ni creo que lo hagan ahora porque no les corresponde. 

¿El paso del cuatro al cinco tiene que ver con el despertar al estado crístico de la humanidad? 

Sí, sólo que el estado crístico, en este caso, no es el de la humanidad, sino del planeta Tierra. Es decir, la Tierra como ser viviente tiene que adquirir un estado crístico en forma permanente.

¿Eso quiere decir que antes no lo había logrado? 

Si lo hubiera logrado ya no estaría aquí; recuerden ustedes que los planetas evolucionan hasta convertirse en estrellas. Eso quiere decir que cuando la Tierra evolucione lo suficiente le corresponderá estar en el lugar en que ahora está Marte, hasta que se aleje más y más del Sol y se gasifique hasta desmaterializarse. Entonces se convertirá en una estrella con sus planetas. Júpiter está evidentemente más evolucionado como planeta que la Tierra. Posee un estado de mayor gasificación y un número mayor de satélites a su alrededor. Eso significa que se transformará en un sol mucho antes que la Tierra. 

¿El nacimiento de la nueva era será doloroso como cualquier nacimiento? 

En 1962 la gente vivía más inconscientemente. Ahora, en 1986, por lo menos está consciente de que algo se está muriendo. Sin embargo, la mayoría no sabe que algo está naciendo. Ya no hay el optimismo en el progreso material que existía en 1962. De una u otra manera existen ahora numerosos grupos que comienzan a crear las condiciones para que se dé un cambio de conciencia. Hace 24 años nadie daba una plática sobre el Kumba Mela por la sencilla razón de que a nadie le interesaba. Ahora la gente se interesa, indaga y busca empezar a participar. 

¿Los rituales indígenas como el Inti Raymi usan mantras? 

Todo idioma sagrado produce mantras. Recuerden que los idiomas, así como todo lo que existe, se clasifican de acuerdo con la época que los produce. Es decir, hay idiomas sagrados, idiomas heroicos, idiomas humanos e idiomas de rebaño. Los mantras son producto de los idiomas sagrados. Es tan respetable decir Kumba Mela como Inti Raymi, porque es el mismo concepto expresado en dos diferentes idiomas sagrados. Es más, creo que lo más probable es que, conforme vayamos recuperando la comprensión de nuestras propias raíces sagradas, terminaremos por abandonar el nombre de Kumba Mela y adoptaremos el de Inti Raymi para designar a este importante evento espiritual. 

Para los que no podemos ir en esta ocasión, ¿cuándo será el próximo Kumba Mela? 

Como ya dijimos, esta ceremonia se realizará cada doce años en Machu Picchu durante toda la Era de Acuario; así pues, la próxima será el 21 de junio de 1998. Vayan haciendo desde ahora sus ahorritos.