Cómo subir la Pirámide del Sol en Teotihuacan


Tomado de "Espejo del viento" Antonio Velasco Piña
19 de marzo de 1988 

Esta noche hablaremos sobre un tema particularmente importante, pero antes haremos algunos preámbulos. Recordemos que podemos estudiar a México en tres niveles distintos; desde una teoría del Estado, a nivel biológico y considerándolo como un chakra de la Tierra. 

En cuanto a la teoría del Estado, ésta supone conceptos como pueblo, territorio, gobierno y fronteras que definen lo que es México. Esta concepción estatal es válida y funciona porque hay un Estado mexicano —la República Mexicana— con una serie de funciones reales. Aparte de ser un Estado, México también es una nación. Las naciones son la conciencia vegetal del planeta Tierra. Así como hay una conciencia mineral que son las razas, hay una conciencia vegetal que son las naciones. Una nación puede estar integrada por uno o por varios pueblos. La singularidad del pueblo la da el idioma, por lo que hay tantos pueblos como idiomas. Así, dentro del Estado mexicano hay una nación y dentro de esa nación hay varios pueblos. Sin embargo, eso tampoco nos interesa por ahora. 

Nos interesa México como chakra. Desde este punto de vista, México es una de las siete regiones del planeta donde se pueden transformar las energías más sutiles provenientes del cosmos. Eso es un chakra. Esto implica concebir al planeta como un ser con su cuerpo físico y su cuerpo etérico. Todo chakra —la parte etérica del planeta— está integrado por cuatro distintos tipos de energías. Éstas se manifiestan en las cuatro diferentes culturas, que dentro de cada uno de los ciclos de activación del chakra se pueden producir. 

Cada vez que se activa un chakra se pueden generar cuatro diferentes culturas que son la expresión humana de la energía sutil que produce ese chakra. En el caso de México, durante la última etapa en que se activó el chakra, esas culturas recibieron los nombres históricos de olmeca, maya, náhuatl y zapoteca. Dentro del área náhuatl, el lugar sagrado más importante es Teotihuacan. Cada lugar sagrado se edifica en forma dual. Y es por ello que en el lugar que nos ocupa existen la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna. 

En Teotihuacan, muy cerca de la Pirámide de la Luna, está el palacio de Quetzalpapálotl que era de sacerdotisas. Los sacerdotes y las sacerdotisas estaban en igualdad de rango, el sacerdocio femenino no estaba supeditado al masculino. Había una armonía y una integración perfecta y complementaria entre ambos sacerdocios, como debe ser la integración entre hombre y mujer. 


Teotihuacan es un lugar científico-sagrado. Es un lugar hecho para manejar energías cósmicas; eso sería el aspecto científico. El aspecto sagrado reside en que solamente las pueden manejar quienes poseen el nivel de conciencia adecuado para ello, aquellas personas que han logrado transmutar sus propias energías internas; porque las energías cósmicas y las humanas son, en última instancia, una misma energía. 

Conforme una persona lograba transmutar sus propias energías internas, en esa misma proporción podía operar con las energías cósmicas que se manejan ahí; antes no. El grado de capacidad para trabajar en Teotihuacan está directamente relacionado con el grado de capacidad para controlar las propias energías internas. 

Ahora hablaremos de cierta técnica que no sirve y no funciona si la persona no ha podido transmutar su propia energía interna. Nos referimos a la técnica que debe de seguirse para subir a la Pirámide del Sol. 

Al subir, una persona extraordinariamente consciente puede echar a andar la pirámide. O bien, cuatro personas de un alto nivel pueden también hacerlo. ¿Qué significa echar a andar la pirámide? Significa activar el proceso de acumulación y concentración de energía cósmica en la pirámide, para luego distribuir dicha energía en beneficio de la conciencia del planeta y por tanto de todos los seres que lo habitan. 

Antes de avanzar más, debemos saber que este Teotihuacan que vemos es un Teotihuacan diseñado para nosotros; o sea, no es el Teotihuacan de la Época Sagrada. Nos lo hicieron así recientemente para nosotros, seres pertenecientes a una Etapa de Rebaño; está acondicionado para la forma más adecuada en que nosotros podemos utilizarlo. 


Este acondicionamiento comenzó a principios de siglo, cuando se hizo la restauración de la Pirámide del Sol. Hasta el siglo pasado, en el lugar se veían cerritos y nada más; estaba en campo abierto. Entonces, como la Pirámide del Sol tenía que funcionar para el 21 de mano de 1948, surgió la necesidad de reconstruirla. 

Los arqueólogos convencionales critican mucho la forma como se realizó la reconstrucción de la Pirámide del Sol, pero es porque desconocen su función instrumental. Es algo así como si dijesen: "Miren nada más, no le pusieron la carrocería". No, pero es que se trataba de echar a andar el motor; entonces, el que no tuviera la carrocería era lo menos importante, ¿me explico? 

Es decir, se reconstruyó sobre la base de que se iba a echar a andar por personas que apenas la iban a tener funcionando sólo un momentito, y que luego pasarían 50 años o más, no sé cuántos, antes de una reconstrucción a fondo.

Para subir a la Pirámide del Sol se entra por la carretera de circunvalación. Pero no se puede entrar a la ciudad sin antes haber hecho un circuito de ritual mágico alrededor de toda la ciudad, partiendo del estacionamiento situado a la izquierda de la entrada principal, o sea desde el que se puede ver de frente la fachada de la pirámide. 

Si soy hombre tengo que caminar hacia la derecha. Si soy mujer —porque aquí sí es equilibrio absoluto— tengo que caminar hacia la izquierda. Esta caminata se debe hacer conscientemente, y de preferencia en los solsticios y en los equinoccios. Al ir haciendo la caminata en el circuito exterior —que tiene una extensión de unos cuatro kilómetros—, es muy importante la forma como manejamos nuestra atención. 

Resulta conveniente seguir estas indicaciones: 

En el caso de los hombres la primera mitad del recorrido hay que hacerla con paso marcial, o sea con paso redoblado, y la segunda mitad con paso más lento, de peregrinación. En el caso de las mujeres es al revés, primero con paso y actitud receptiva de peregrinación, y la segunda mitad del recorrido con paso marcial. En ambos casos se camina en fila india todo el tiempo, procurando sentir la parte derecha del cuerpo al caminar marcialmente y la izquierda al hacerlo en caminata de peregrinaje. 

Una vez marcado el espacio es que se puede entrar a él. Se entra caminando por la puerta que da directamente a la escalinata de ascenso a la Pirámide del Sol. ¿Y cómo entro caminando? La posición de las manos será importante todo el tiempo. En este caso la posición es con las palmas abiertas, sintiendo la energía del lugar. 


Al entrar, siempre que se me interpone algún obstáculo lo rodeo, si soy hombre a la derecha, y si soy mujer a la izquierda. En la parte inferior de la Pirámide del Sol se encuentran tiradas grandes piedras grabadas con diversos símbolos, desde figuras geométricas hasta crótalos de serpientes emplumadas. Estas piedras son restos de alguno de los antiguos recubrimientos de la pirámide y fueron dejados deliberadamente ahí por don Uriel, el auténtico mexicano que dirigió la reconstrucción de la ciudad sagrada. Su propósito al dejar estas piedras fue proporcionarnos una ayuda para el ascenso consciente de la pirámide. Debemos, por tanto, efectuar un breve ejercicio de concentración en cualquiera de los símbolos grabados en estas piedras antes de iniciar la subida. 

Las mujeres deberán efectuar sus ejercicios de observación con alguna de las múltiples piedras que encuentran a su izquierda y los hombres con alguna de las pocas piedras que localicen a su derecha. Hay muchas más piedras a la izquierda que a la derecha por la sencilla razón que este ascenso tiene para las mujeres un grado mucho mayor de dificultad, y por ello don Uriel consideró que debía darse a las mujeres más elementos de ayuda. El nivel de concentración que se alcance antes de iniciar el ascenso es determinante en este tipo de prácticas. 

La pirámide está estructurada con base en el número cinco. Como ustedes saben, el cinco es el número de Quetzalcóatl, o más exactamente de todo lo que este personaje simboliza. No sólo como la representación de la Serpiente Emplumada, o sea el ser que ha logrado transmutar la materia y elevar su espíritu, sino también como un arquetipo del Universo entero, concebido geométricamente como cuatro direccionalidades unidas por un punto central que las vincula a los cielos y a los infiernos. 

La pirámide está compuesta de cinco cuerpos. El ascenso no conviene hacerlo directamente de la base hasta la cúspide, sino subiendo las escalinatas de cada cuerpo y luego dando la vuelta completa a la pirámide, los hombres a la derecha y las mujeres a la izquierda. Hay toda una serie de detalles que deben tomarse en cuenta mientras se realiza el ascenso Las escaleras no se deben subir en línea recta sino emulando una serpiente.
Pirámide del Sol Ascenso Sagrado
Ello se debe a que la energía corre de esa manera, describiendo una "S". Los mudras que deben hacerse con las manos van cambiando en cada uno de los cuerpos de la pirámide. 

Como ya dijimos, durante la caminata desde la entrada hasta la base de la pirámide las manos van con las palmas abiertas. Al subir el primer cuerpo y al darle la vuelta el mudra es tocando el pulgar con el índice. En el ascenso del segundo cuerpo y su consiguiente recorrido el pulgar va tocando al cordial. En el caso del tercer cuerpo el pulgar va con el anular; y luego, al subir y dar la vuelta al cuarto cuerpo, el pulgar va unido al meñique. Finalmente la quinta y última etapa se hace con las palmas de las manos abiertas, mudra que se mantiene al subir al montículo que se encuentra sobre el quinto y último basamento. 

Es también importante ir sintiendo siempre la parte izquierda o derecha del cuerpo, según se esté caminando en el lado izquierdo o derecho de la pirámide. Pero desde luego, lo fundamental es lograr en alguna medida el silencio interno, la carencia de emociones negativas y de pensamientos, la anulación del ego. 

Quedarían algunas indicaciones, como por ejemplo el ritmo de la marcha. Recordemos que se trata de una caminata ritual, por lo que es lenta; en cada escalón debe irse sintiendo el avance y la canalización de energía que se va logrando conforme se va subiendo; pero en última instancia el ritmo de la marcha es algo que la propia pirámide determina, una vez que se logra cierta sincronización entre el ritmo interno de ésta y el de aquellos que realizan el ascenso. 

Creo que podríamos pasarnos la noche entera hablando sobre este tema y apenas comenzaríamos a darnos cuenta de que en realidad no sabemos nada sobre Teotihuacan, que sólo estamos empezando a tomar conciencia de nuestra ignorancia al respecto y de todo el enorme trabajo que habrá que realizar para echar a andar esta maravillosa maquinaria de control de energías cósmicas, que es lo que en realidad es esta ciudad sagrada. Pero lo que por lo pronto pretendemos es algo mucho más modesto; se trata tan sólo de aprender una técnica de cómo subir correctamente la Pirámide del Sol y de hacer estos ascensos no con la pretensión de hacer funcionar la pirámide, sino tan sólo como una especie de práctica o entrenamiento que permita difundir y mantener viva esta técnica, de tal forma que algún día —no sabemos cuándo— otras personas puedan ya alcanzar a través de este ascenso mucho mayores resultados. Pasemos ahora a la sesión de preguntas y "evasivas".

Quisiera saber quién diseñó esta forma de ascender a la pirámide y si ésta es la única manera apropiada de subir. 

Esta técnica de ascenso es la que aconsejaba don Uriel, el auténtico mexicano que proyectó y coordinó los trabajos de reconstrucción que se efectuaron en Teotihuacan entre 1960 y 1964. Como ya dije, la ciudad la reconstruyeron pensando en nosotros, o sea, los mestizos, que no formamos parte de las culturas indígenas y a quienes nos corresponde crear una nueva cultura de tipo olmeca, manejando el poder del silencio y haciendo una síntesis de todas las tradiciones sagradas de la antigüedad.

Don Uriel efectuó precisamente un trabajo de tipo olmeca al realizar la reconstrucción. Laborando desde la sombra y sin lucimiento personal, logró la ayuda de los más importantes guardianes de las tradiciones sagradas, principalmente de los depositarios de la tradición náhuatl y, con base en sus consejos y en sus propios conocimientos y necesidades, hizo la reconstrucción. Por lo que se refiere a su pregunta de si ésta es la única forma correcta de ascender a la pirámide, desde luego que no; ésta es simplemente una de las más adecuadas a nuestra forma de ser, o más exactamente a la de los actuales aspirantes a olmecas.

¿Debemos descalzarnos para hacer el recorrido? 

Es irrelevante. Lo que interesa es el significado profundo de la palabra "descalzo". Puedo descalzarme sin hacerlo verdaderamente.

¿Se trata de algún tipo de humildad o renuncia? 

Exacto. De nada sirve que camine descalzo si no he vencido mi ego.

Anegar a la base de la pirámide, ¿es cuando se hace el mudra?

No. El mudra con las manos abiertas se hace desde el momento en que inicias, desde la entrada, la caminata hacia la base de la pirámide. Luego vas cambiando de mudra cada vez que empiezas la subida a los distintos cuerpos de la pirámide.

¿Es importante ayunar?

Entre más purificados estemos será mejor, aunque se trata tan sólo de mecanismos de ayuda; nada más. Es importante ayunar, pero lo importante es estar plenamente conscientes y en silencio interno; eso es lo  dificil.

¿Teotihuacan es un lugar masculino?

No. Teotihuacan es un lugar en donde se mantiene un perfecto equilibrio entre lo masculino y lo femenino.

Cuando se llega a la cumbre de la pirámide, ¿qué hay que hacer? 

Perdón, esto es bien importante y se me pasó decirlo. Al llegar a la cúspide se hace una cadena humana intercalando hombres y mujeres; después la persona que ha conducido el trabajo pronuncia cinco o siete veces el mantram de ME-XIHC-CO y todas las demás corean el mantram. Es así como concluye el trabajo.

¿Cada cuándo se están realizando estas prácticas de ascenso a la Pirámide del Sol?

Cuatro veces al año. Los días 21 de marzo, 21 de junio, 21 de septiembre y 21 de diciembre. Cualquier persona que lo desee puede participar. Todo lo que tiene que hacer es llegar a Teotihuacan vestida de blanco a las ocho de la mañana y unirse al grupo. La reunión es en el estacionamiento que da de frente a la fachada principal de la pirámide.

¿Qué significan cada uno de los basamentos de la pirámide?

Recordemos que la pirámide es un instrumento de manejo de energías cósmicas y humanas al mismo tiempo. Cada una de sus partes tiene por tanto una íntima conexión con el Universo y con nosotros. Así, por ejemplo, entre otras muchas cosas sus distintos basamentos se relacionan con los diferentes niveles de conciencia —físico, emotivo, mental, espiritual y divino — y con las energías que en el cosmos corresponden a esos niveles.

Entiendo que estos ascensos son tan sólo una práctica y es por ello que cualquiera puede participar, pero ¿en el pasado esto era así, cualquier sacerdote podía estar en un ritual en lo alto de la pirámide? 

Seguramente no; en un verdadero ritual cada quien ocupa el lugar que le corresponde. Lo lógico es suponer que en un ritual los sacerdotes que ya tenían pleno dominio y conocimiento de lo que era su cuerpo, su parte fisica, se quedaban en el primer cuerpo de la pirámide. Los que tenían pleno dominio de sus emociones se quedaban en el segundo. Los que tenían un completo dominio de su mente ocupaban el tercero. Y los que tenían ya desarrollado su espíritu ocupaban el cuarto.

¿Quiénes llegaban a lo alto de la pirámide y oficiaban ahí? 

Pues solamente los que habían logrado activar la chispa divina que yace en lo más profundo del ser, aquellos que se habían transformado en un auténtico Quetzalcóatl. En lo futuro, esto volverá a ser así, una vez que Teotihuacan haya sido del todo reactivado. 



[*]  El proceso de reactivación de Teotihuacan cobró un fuerte impulso desde el 3 de julio de 1989. En esa fecha la antigua metrópoli imperial fue visitada por el Dalai Lama. A partir del siguiente año, provenientes de diferentes monasterios de los Himalayas y enviados con instrucciones precisas del Dalai Lama, grupos de altos lamas empezaron a practicar periódicamente rituales en Teotihuacan. Los efectos de estos rituales son ya fácilmente apreciables. La ciudad sagrada ha comenzado a recuperar su capacidad de convocatoria, prueba de ello son las multitudes siempre crecientes que acuden a ella todos los 21 de marzo.